¿Sabés por qué es importante incorporar a nuestros hábitos la rutina facial?
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Se trata de un órgano vivo con capacidad de regenerarse, es impermeable, resistente y flexible y se mantiene activo las 24 horas del día realizando todo tipo de acciones fundamentales para nuestro organismo. Es por ello que nuestra piel es un órgano vital para el cuerpo humano.
Es nuestra conexión con el mundo exterior. Puede transmitir, recibir y alimentar cada uno de nuestros sentidos.
Algunos dermatólogos ven la piel como una extensión del cerebro. De hecho el vínculo entre la piel y el sistema nervioso es muy estrecho ya que hay millones de conexiones nerviosas entre los dos órganos. ¿Y ésto en qué se traduce? Cuando estamos estresados, cuando estamos nerviosos podemos sentir picor en la piel, nos ruborizamos, nos pueden salir herpes, eczemas, psoriasis, etc.
Existen unos compuestos químicos, denominados neurotransmisores, que tienen como función la transmisión de la información a lo largo del tejido nervioso. En otras palabras, el estado en el que se encuentra la piel está determinado, en gran parte, por la química de nuestras emociones.
¿CONOCÉS TU TIPO DE PIEL?
Por lo general cuando intentamos clasificar el tipo de piel, solemos encasillarla en las categorías de seca, grasa, sensible o mixta.
Sin embargo existen otros atributos relacionados con la resistencia, elasticidad, hiperpigmentación, que es difícil determinar a simple vista.
Por eso lo ideal es encontrar el cosmético para tu piel en función de su formulación y no de su clasificación.
IDENTIFICÁ LOS SIGNOS DE STRESS DE TU PIEL
Escribinos y te asesoramos para que puedas armar una rutina simple acorde a tu tipo de piel.